Páginas desplegadas en un jardín etéreo
Festín
A Jayling Chirino
Ante su
volcánica voz sólo queda desnudarse
Prescindir
de los miembros
Brindar por
el último sorbo de creación
Por la
vastedad de la gracia
Por la desvergonzada
vibración que se escabulle bajo su piel
Inutilidad
Se entrelazan las manos buscando la dimensión limítrofe;
las direcciones se bifurcan tejiendo redes con nuestra respiración ¿Son retazos del tiempo los que se posan
sobre tus dedos? El lecho es profuso en relieves, pequeñas montañas que
esconden entre hendijas el secreto de esta noche. Nuestra ardua labor ha dado
sus frutos: aquel pequeño rincón lleno de hastío casi nos deja. Ahora
mis pies creen ser los años que recorren tus piernas, qué locura más tonta, si
para tocarte no vasta la eternidad y el siglo se disgusta cuando te ve. Es
como si estas vicisitudes quisieran preparar una hecatombe, pero de lo que aún no se percatan es que el vibrar de tus poros sopla todo vestigio que reposara sobre tu piel.
Excelentes.Eres como el profesor que esconde poemas. Muy sabrosos, Emiro. Una abrazo.
ResponderEliminarJejeje! Gracias Florecita! Creo que debo seguir escondiéndolos... shhh....
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